Mi gran pasión es la cocina. Llevo más de 25 años moviéndome entre hornos y fogones, pero además de cocinera, soy también madre y abuela.
Mi primer gran amor en la cocina fue el pan. El aroma de la masa recién horneada y el contraste de la textura esponjosa y crujiente fueron los que me llevaron a adentrarme este mundo de sabores. Empecé a decorar pasteles con fondant y, poco a poco, fui aprendiendo diferentes técnicas culinarias en escuelas de cocina y, sobre todo, de forma autodidacta, experimentando con ingredientes y recetas.
Llegado cierto punto de mi vida, decidí dedicarme al catering. Me proporcionaba la flexibilidad necesaria para cuidar de mis hijas pequeñas y, al mismo tiempo, hacer lo que más me gusta: cocinar y compartir.
He recorrido un largo camino profesional. Desde hace algún tiempo, ya no solo hago catering, sino que también disfruto dando clases. Me hace mucha ilusión poder transmitir los conocimientos que he adquirido en todos estos años, a través de buenos maestros, de diferentes trabajos y sobre todo las recetas familiares y los libros que siempre me acompañan. Creo que la cocina es algo que nos une y por eso me gusta compartirla y animar a los demás a disfrutar de ella.
